Feliz solsticio de invierno, viajeros

Un año más, nos encontramos de celebraciones. Cada nuevo solsticio de invierno, nos proyectamos como el astro rey, y renacemos nuevamente a la vida como el sol invicto de culturas ancestrales. El nacimiento del sol en el 21 de diciembre y los tres días anteriores y posteriores a este, nos informa de que ha llegado por fin la luz a las tinieblas desde una interpretación simbólica de la fuerza del astro que nos da la vida. Tras la noche más larga del año, el sol vence a la oscuridad. Es a partir de entonces, que los días, serán cada vez más largos nuevamente. Han sido días de oscuridad y la luz volverá a reinar con más intensidad, fuerza y calor en los siguientes meses. De este modo, desde la prehistoria y principalmente en la prehistoria, es cuando el solsticio de invierno podía considerarse como un evento importantísimo en la vida de nuestros antepasados. Hasta tal punto, que se pudieron elegir determinados enclaves naturales como cuevas y abrigos orientadas al amanecer del solsticio de invierno, como La cueva de Parpalló, en Gandía y también se construyeron monumentos en épocas posteriores conocidas como periodos megalíticos, para, del mismo modo, conseguir que los rayos del sol solsticial, penetrasen por el interior de pasillos de dólmenes, como el Tholos del Romeral, en Antequera (Málaga), propuesto para Patrimonio de la Humanidad por la Unesco o el dolmen Huerta Montero en Almendralejo (Badajoz).

En los diferentes destinos que podemos elegir durante estos días, podremos observar , como si de un ritual mágico se tratase, que bien el sol, como es el caso de la mayoría de construcciones megalíticas, penetra por un pasillo e ilumina completamente la sala interior, incluso alguna piedra que serviría, en la mayoría de casos, como lugar para depositar el cuerpo de los difuntos y esperar que la luz del sol, les iluminara, y simbólicamente les hiciera renacer a la nueva vida. En otros lugares, como cuevas o abrigos, el sol puede iluminar una determinada piedra, una pintura o grabado rupestre, un enterramiento o un lugar destinado para rituales como altares naturales. Todo un mundo simbólico que se remonta a tiempos ancestrales y que nuestros antepasados tenían mucho más presente que nosotros , puesto que sus formas de vida, sus hogares, su alimentación y su evolución dependía de ello.

También, existe un vínculo espiritual muy importante con este día. Renacer a la nueva vida, pudo significar para nuestros antepasados, la superación de la muerte y el renacer del alma, caminando hacía la nueva luz. La del más allá. Por ello, los conjuntos megalíticos , en su mayoría no solo se orientan al sol, sino que en su esencia son sepulcros o construcciones destinadas a los enterramientos y a las ceremonias rituales que en su interior pudieron acontecer.

Hoy celebramos la navidad, ya directamente, acudiendo a los centros rituales del siglo XXI: Los centros comerciales.

Quizás, hay que retornar de vez en cuando a nuestros orígenes, para tratar de entenderlos, reuniéndonos con la naturaleza, viviendo en primera persona este encuentro con el renacer del sol y explicando a los más pequeños el origen de las cosas y de los acontecimientos.

La navidad, como fiesta pagana, antes que religiosa, tiene su origen en estas celebraciones del sol y desde viajes a la prehistoria, nos unimos a conmemorar el nuevo nacimiento del sol, como el renacer de nuestra nueva etapa que está por llegar y deseando, que todos celebréis vuestros nuevos proyectos a la luz de un nuevo sol, que vence a las tinieblas y a la oscuridad.

Así pues, Feliz Solsticio de Invierno

Os dejo con algunos enclaves en España donde disfrutar del Solsticio de Invierno: